Comer para correr. (ni comer para vivir ni vivir para comer)

Salvo los tres artículos para los cuales el autor se indica en forma explícita, los otros son de la Licenciada en Nutrición Silvia Inés Lépore, que escribe para la agrupación atlética FC Max.
Los textos de Silvia son al mismo tiempo muy instructivos y están escritos en un lenguaje ágil, nada pedante y muy accesible a todos los deportistas
Lecturas ampliatorias recomendadas:
“Guide nutritionelle pour les sports de endurance” por Denis Riche. Lo mejor en nutrición deportiva. Tiene traducción al castellano, se consigue sólo en España. Es de muy lejos, el mejor libro de nutrición para deportistas que yo conozca
“Sports Nutrition Handbook” por Nancy Clark, un excelente sustituto del anterior, con un enfoque más "light", menos académico que el anterior. Es la biblia del tema en los EE. UU.
"Alimentación y práctica deportiva", de A.Garnier y B. Waysfeld, que tiene una primera edición en 1995 (Ed. Maloine, París), y que en España fue editado por la Ed. Hispano Europea. Tiene la ventaja de que está en castellano y se consigue en Argentina pero no es ni remotamente tan bueno como los otros

El té verde

EL TÉ VERDE

La diferencia entre el té verde y el común o negro (el más difundido en occidente) radica en su elaboración. El té negro se deja secar y fermentar después de cosechados, a diferencia del té verde que no se deja fermentar ni antes ni después del secado, para que retenga los ingredientes activos de la planta (polifenoles). Como el té verde esta menos procesado que el negro contiene más cantidad de antioxidantes y por ello, es el más potente de los dos.
Su color es verde claro tirando a amarillento y no marrón rojizo como el negro.
En realidad hay 3000 variedades de tés y todas ellas provienen de la planta siempre verde Camelia Sinensis.

SU PRESENCIA A LO LARGO DE LA HISTORIA
El té constituye la segunda bebida más consumida en el mundo, sólo detrás del agua. En China, se utiliza desde hace casi 3000 años. Durante muchos siglos el te se consideró una bebida medicinal, utilizada sobre todo para conbatir el envenenamiento.
No fue hasta la dinastía T'ang (618-907), cuando el monje Lu Yu recopiló el conocimiento de sus antepasados en el primer "Libro del Té" (Cha'a Ching) que su consumo se popularizó en China. Como en aquellos años este territorio era un hervidero de viajeros y comerciantes, la cultura del té pronto se extendió por los países vecinos, como Japón o Corea. Su consumo no dejó de aumentar, impregnando todos los aspectos de la cultura oriental.
A principios de siglo XVII, la Compañía Holandesa de las Indias Orientales llevó el té por primera vez a Europa. Pero no fueron ellos sino los ingleses los que popularizaron el consumo del té por todo el mundo, y de hecho en el siglo siguiente el té se convertía en el pretexto para la rebelión que daría lugar a los Estados Unidos de América, país donde en la actualidad se lo disfruta principalmente helado (Tea on the Rocks).
Aunque occidente es un consumidor masivo de té negro y oriente de té verde, cada vez más se extiende el saludable y exquisito habito del green tea.

LOS BENEFICIOS DEL TÉ VERDE
Acción anti-oxidante:
Las catequinas son más potentes para suprimir las radicales libres que las vitaminas C y E. Una de las consecuencias más beneficiosas es que inhiben la oxidación del colesterol HDL (llamado bueno) en las arterias lo que permite contrarrestar la formación de arteriosclerosis (endurecimiento de las arterias).
Protección dental y acción anti-bacteriana:
Investigadores han demostrado sus propiedades en la protección contra las bacterias que causan las caries dentales y el mal aliento, acción antivirus, acción anti-úlcera estomacal y promoción del crecimiento de la flora intestinal.
Hipoglucemiante:
Complejo de vitamina B ayuda a metabolizar los carbohidratos y bajar los niveles de azúcar en sangre, por eso es apto para diabéticos.
Sanador primordial:
La población japonesa, cuyos habitantes llegan a tomar hasta seis tazas de té verde por día, tiene uno de los índices más altos de fumadores y sin embargo, su incidencia de cáncer de pulmón es una de los más bajos del mundo desarrollando además el té verde es un excelente bronco dilatador.
Antitumoral:
Distintas investigaciones han demostrado las propiedades del té verde en la prevención del cáncer de pulmón, esófago, páncreas, hígado, mama, próstata, piel, boca y colon.
-En una publicación de la revista Nature en 1997, el investigador J. Jankun, de la Facultad de Medicina de Ohio, EE.UU., verifica que la catequina EGCg puede inhibir la actividad de la uroquinasa, una enzima fundamental para que el tumor se extienda y provoque metástasis. Además, se comprobó que EGCg no provoca efectos secundarios dañinos, lo que permitiría administrarla en grandes dosis sin perjudicar al enfermo.
-El investigador japonés Sadzuka en su publicación "Modulación de quimioterapia del cáncer con té verde", menciona las propiedades de la infusión para aumentar la eficacia del tratamiento.
Estimulante cerebral:
Actúa como estimulante del sistema nervioso y bulbar (estimula los centros respiratorios y vasomotores que se encuentran a nivel del bulbo), ayuda a la concentración y fortalece la memoria, con la ventaja de poseer menos cafeína que el té negro.
Disminuye la fatiga física y mental.
Rejuvenecedor general:
Por su poder antioxidante, muchos cosméticos e incluso alimentos lo incorporan en forma de extracto.
Detiene el proceso de envejecimiento, previniendo arrugas y caída del cabello.
Hepatoprotector:
Su riqueza en oligoelementos y vitaminas C lo recomiendan para prevenir las afecciones digestivas y hepáticas. Investigadores del University Hospital of Cleveland y Case Western University, EE.UU., encontraron que el extracto de té verde inhibe el sistema enzimático del hígado llamado P450, que contribuye a la producción de sustancias que inducen cáncer.
Protector cardiovascular:
El consumo de catequina es beneficioso para la reducción de los trastornos isquémicos (estrechamiento de las arterias, que produce la reducción de la cantidad de sangre y oxígeno que llega al corazón). Su eficacia antitrombótica (previene y disuelve la formación de coágulos en la sangre) similar a la de la aspirina- disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas.
También ayuda a bajar la presión arterial.

RECETAS CON TÉ VERDE
Té helado a la hierbabuena
Preparar una infusión con una cucharadita de té verde por taza de agua hirviendo, que se deja reposar durante 10 minutos, tapado la taza para evitar que se pierdan los principios activos volátiles.
Transcurrido el tiempo, se cuela y momentos antes de tomarlo se agrega jugo de limón, un poco de hielo picado y unas hojitas de menta o hierbabuena. Si se desea, puede endulzarlo con azúcar de caña o miel.
Té Marroquí
Colocar 3 saquitos de té y un puñado de hojas de menta en una tetera, y añadirle 3 tazas de agua hirviendo. Dejarlo reposar durante 3 minutos.
Puede colarlo si le molestan las hojas de menta, o tomarlo todo junto. Rinde 3 tazas.
¿Sabias que las hojas de té contienen un 5-6% de agua y un 4-7% de sales minerales, ricas en potasio?

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